Abandonad toda esperanza los que aquí entráis

Abandonad toda esperanza los que aquí entráis, es lo que significa en latín el titulo de este, mi blog sobre cuentos cortos que intentan simplemente llegar a ser un entretenimiento para quienes así lo consideren.
Es menester ser quien uno es en esta vida, por lo cual soy sencillamente una historia mas en este circulo de situaciones turbulentas que acontecen diariamente. Dejar un reflejo de lo que veo continuamente me es grato, aunque quizás no es fiel dicho reflejo, pero no por ello menos importante. Picasso reflejaba rostros, instrumentos musicales, muebles, situaciones, etc. muy diferentes a como los ven el común de la gente y no por ello dejaron de ser fieles reflejos de un mundo mucho mas interesante aún.
Desde este espacio la idea es humildemente continuar con la búsqueda de este mundo, de allí la particularidad de utilizar esta frase de advertencia como título de un blog, ya que Virgilio se adentró de todos modos, ¿no?


viernes, 15 de febrero de 2008

La niña de los ladrillos de colores

"Mujer en la ventana" Salvador Dalí

El educador no tuvo alternativa. Hizo lo que debía ante una situación tan difícil como la que enfrentó aquella tarde, que marcaría a fuego el destino de su vida. Muy a pesar suyo necesitó denunciar aquello que estaba presenciando, jamás creyó que esa jovencita llamada Martina Ferrer cometería el grave delito de pensar. No estaba completamente seguro en este aspecto, pues nunca había tenido la oportunidad de vislumbrar tamaño defecto de la errónea naturaleza humana. Pero de todos modos y ante la atenta mirada de la joven, tuvo que entregarla a las autoridades del establecimiento, que a su vez encomendaron el asunto al ente mayor de la educación provincial. Enterado el gobernador de la provincia, debió según el estatuto mater que regía el país, informar del extraño acontecimiento que estaba sucediendo en la floreciente ciudad capital. Nadie podía saber con exactitud que hacer en ese momento, ni con la joven Martina y mucho menos con el hecho de haber, quizás; utilizado el maldito cerebro que todos saben obra del demonio. Dios guarde a los niños de tan maligno órgano. La efervescencia popular se desató, ya que rápidamente se enteró de lo sucedido, y se alzó no solo contra la criminal, sino también contra el periódico local por no haber anunciado con debida anticipación una noticia de suma importancia para la comunidad. En el contingente; fácilmente se podía vislumbrar familias completas, estudiantes, trabajadores y hasta automovilistas que se congregaban en contra del matutino ( ¿cómo no avisar que una avenida con límite de velocidad en los 175km/h se encontraría cortada por una manifestación?), pensaban unos. Por las calles se oía el rugir de las masas contemplando la posibilidad de que este mal, se propague entre los jóvenes, argumentaban otros. Madres asegurando que la chica (ya no era la joven) formaba parte de una secta satánica, un padre de familia aconsejaba a sus hijos ver mas televisión, y alejarse definitivamente de los libros, dichosos culpables que les enmarañaban las mentes. Una muchacha que apenas llegaba a los hombros de su madre aseguraba haber visto a Martina pensando en varias oportunidades, pero que nunca supo claramente que se encontraba haciendo, por la sencilla razón que la bendecía y no sabía. Era una niña. El gobernador se dirigió a toda prisa rumbo del establecimiento escolar, con órdenes precisas del Presidente de la república. Una vez en la sala de ejercicios físicos del Instituto Superior de Artes Básicas n°14, se encontró con una veintena de instructores acalorados, exaltados, descompuestos y hasta cruzó a una de las tantas profesoras de educación vial, que huía despavorida transpirando un sudor oscuro color bermellón que manaba a chorros compulsivos de sus sienes. Es peor de lo que imaginábamos, dijo haciendo referencia a la huida de la maestra y en dirección a un hombre vestido de inmaculado traje negro que le acompañaba. Fuera la masa se hacía con cada comentario más densa y precisa, en sus movimientos. A esta altura luego de ver el FFXE17 propiedad del gobierno de la provincia, que acababa de aterrizar en la pista de la escuela; y no teniendo noticias de lo que allí estaba ocurriendo, la agitación continuó en aumento. Luego de interminables minutos, no horas, simplemente minutos, la seguridad militar cedió ante el incesante pulso de presión que se ejercía contra las puertas principales. Los goznes chillaron y los gendarmes sucumbieron frente a la excitación general que se dirigía como una estampida furiosa hacia el gimnasio principal de la escuela. El gobernador intuía un dramático final para la chica pero antes quería saber, al igual que todos los presentes en la sala, que sería tan importante como para justificar una pena capital. Nunca llegaría a oírlo, o al menos en palabras de Martina Ferrer. La sala fue invadida por personas de todas las edades y ocupaciones, los gritos dominaban un ambiente raramente siniestro. Frente a todos ellos se erguía una joven que con mucha suerte habría ya tenido su primera relación sexual. Cabellos claros que acariciaban sus hombros, unos ojos extrañamente muertos y a la vez extremadamente vivos, que resaltaban una sonrisa indudablemente saludable. Era bonita. La urbe intentaba compararla con los delincuentes cotidianos, pero no lograban siquiera apartar sus ojos de ella. Si definitivamente era muy bonita y tal vez se podría decir que tenía una sonrisa segura y repleta de dignidad. Martina se puso de pie y caminó por entre los manifestantes que uno a uno desviaban sus acusadores ojos, para dirigirlos inconscientemente hacia la figura del gobernador. Una niña se soltó de los brazos de su madre y corrió por la multitud hasta el lugar por el que Martina caminaba. -A veces voy a la playa y miro las olas. Pero se me cruzan imágenes que a veces no se que son- le dijo. Martina sonrió, era una sonrisa sincera, casi daba miedo creer que se la podría encerrar de por vida o morir ese mismo día y la chica continuaba siendo verdaderamente feliz o al menos eso intentaba mostrar. –hermosa lo que te está sucediendo es que imaginas, sueñas, fantaseas y es una de las cosas mas lindas de la existencia.- Había lágrimas de felicidad en sus ojos; estaba contemplando un momento único donde se ponía atención a una persona y no a una estúpida caja boba, radio o periódico. –soy muy joven aún para saberlo con exactitud, pero cuentan que en una época remota, había señores que se dedicaban a escribir eso que tu sueñas. Luego se imprimían libros y las personas soñaban con ellos y no solo eso, también los cines difundían arte y no las pavadas surrealistas actuales. Hoy hermosa ya no sucede eso, los únicos libros que conocerás serás los manuales escolares que se te imponen como enseñanza avanzada.- Las autoridades y el gobernador no objetaron nada al discurso, pero no creyeron una sola palabra y rápidamente le cayó todo el peso de la ley ante la atenta mirada de los presentes. A pesar de la perplejidad absoluta nadie objetó nada, solo silencio. Debajo del aro de basketball se improvisó una tarima con unos cajones para realizar ejercicios de gimnasia, esta se cubrió con una bandera de la república. Martina dirigía sus miradas a todos y cada uno de los presentes, poniendo mayor énfasis en los que intentaban desviar sus xenófobos ojos. A medida que se le practicaba el nudo al cuello, más feliz y segura se sentía, era como tener a todos en un puño, conocer sus secretos (caminaba lentamente hacia la tarima) saber que deseaban, oír sus pensamientos (ya sobre la tarima, un gendarme anudó la cuerda al aro en busca de tensión) Era el punto culmine de su vida y lograba comprender que es lo que todos deseaban, a su vez entendió que no contaba con suficiente tiempo para experimentar aquello (un agente de seguridad del gobernador, fue el encargado de empujar a Martina hacia el abismo que nunca tocaría) así fue que en el último instante de su vida y con el ínfimo aire que le llegaba de los pulmones proclamó: Gracias por darme lo que quiero y gracias por el silencio, ese silencio que nos ayuda a pensar en otros u otras cosas mas hermosas y ustedes señores, mal que les pese estuvieron pensando en mí.

jueves, 14 de febrero de 2008

Asfixia

"El grito" Edvard Munch

Martín moriría hoy, lo había leído el día anterior en los avisos fúnebres.

No cabía cuestionamiento alguno, las noticias reflejaban la realidad y Martín así lo entendía. Esa tarde no fue a trabajar (no le encontraba sentido ya) y dedicó las sucesivas horas a recorrer los canales de noticias en busca de futuros accidentes, ya sea de tránsito o inequívocos que pudieran afectar a un alma tan imprudente al caminar por una acera. En repetidas ocasiones se planteó la duda de romper con lo establecido en su infancia. Aquel dogma de que las noticias siempre se anticipan a los hechos, por lo cual era improbable que se pudieran cambiar.
Era demasiado joven y eso le preocupaba, quería cuando menos despedirse de su madre y su hermana, nadie más lo esperaba o lo lloraría aquí. Pero no podía negar su naturaleza humana y mediática que apuntaba en su constitución, que un individuo nunca podría cambiar su destino.
Por la noche, mientras se afeitaba, pensaba en sus remotos antepasados (esos que se enteraban de las cosas mientras los hechos sucedían o quizás, no recordaba bien, pero tal vez hasta un día después.) ¿Qué clase de noticias serían esas? Qué absurdos, con qué sentido iría uno a un estadio de fútbol sin saber si su equipo favorito ganaría.
No lograba comprender aquella realidad, para Martín era casi natural leer el periódico por las mañanas para evitar un posible embotellamiento en la autopista o en las principales avenidas de la ciudad.
Tal vez sería lo mas cuantible sentarse a esperar el infortunio pues lo único perfecto es lo que va a suceder, ya que de una manera u otra es inmodificable. La vigilia le creó un rencor insostenible
a la vida. No logró conciliar el sueño.
Ciertas imágenes le surcaban el cielo y amorataban sus conceptos raramente claros sobre el ir y venir en sus latidos. Pronto su luna amanecería y sería indefectiblemente su última alba.
Ansiaba regresar en el tiempo y creer que los medios de comunicación eran sólo un arma de poder y no el poder propiamente dicho. A esta altura qué sentido encontraba en la vida, sólo espantar la azada al menos unas horas, para romper con el raciocinio del imaginario intelectual y creer, como los viejos libros de historia, que todo tiempo pasado fue mejor. En sus fugaces sueños se encontraba una y otra vez cayendo reiteradamente, pero lamentablemente....
Sí, lamentablemente, yaque inconscientemente sólo anhelaba el ineludible final. Sabiéndose aún dormido rogaba no despertar jamás, para destruir esa sucia agonía, que amenazaba con no dejarlo en paz.
El transcurso del día fue de una anormalidad absoluta, en el bagaje de su tiempo no hubo lugar para los nervios, pero sí para el envejecimiento prematuro con cada aguja del reloj. Literalmente
moría con el vacilar del segundero, intentaba reconocer su suerte, al sentirse ausente en este mundo. El café no ayudaba, pero insistía en crear falsas expectativas, mientras las horas se sucedían y la tarde caía ya.
Las noticias son el corriente de la vida y generan una tendencia en sus súbditos, siendo esto así ¿Qué sentido se encuentra en agonizar o sangrar minutos más paralizando los hechos? La empuñadura era más frágil con ciertas miradas y el índice reposando en el insufrible gatillo se hacía deseable a su hora. La pesada penumbra llegaba con la noche y agitaba sus derechos que se decidían, mientras su boca se colmaba de metal frío acariciando susegunpaladar.
Giraba por el cuestionamiento que se representaba con la sola aflicción de sus penas.
El reloj que pendía sobre la pared deentrada gimoteó su campanada lúgubre, y el sueño repentino se hizo dueño de la vida de Martín.
Enterada, su madre corrió al hogar de su primogénito calles arriba, ingresando en su domicilio y hallándolo tumbado y sin vida.

(Publicado por el "Diario Hoy" de la Plata el 13/02/08)